Oscuridad


... forzó los ojos intentando ver algo, pero sólo le devolvían una profunda oscuridad. Se incorporo ¿donde estaba? ¿se había despertado de un sueño o estaba en él? Apretó la superficie sobre la que reposaba su cuerpo con las palmas de sus manos, era un material firme, pero al mismo tiempo blando. Su temperatura era cálida. Era algo totalmente desconocido para ella.

Lo intento de nuevo, giro sobre si, pero en todas direcciones sólo había una total oscuridad imposible de traspasar.

Se toco los brazos y noto una piel joven y tersa. La sorpresa inundo su mente, ella se recordaba anciana, con la piel de los brazos laxa y las manos llenas de arrugas y manchas. Recorrió con sus manos el brazo hasta los hombros, y bajo por su costado hasta sus muslos, notando que estaba completamente desnuda. Con una tremenda curiosidad llevo sus manos a sus pechos y volvió a sorprenderse, no podían ser sus pechos, ...no recordaba cuando fue la última vez que los sintió firmes... Quizás antes de su segundo embarazo ¿o fue ya en el primero? Repitió la acción con su vientre... un vientre plano y fuerte, de una persona joven y deportista, como él que tenía cuando aún competía como nadadora.

Estaba desconcertada. No recordaba como había llegado allí, ni porque parecía haber rejuvenecido cuarenta años. ¿Y si sólo era un sueño? Si, eso tenía que ser... estaba soñando que volvía a ser joven, pero ¿porque soñaba con este lugar tan extraño? Apretó con fuerza sobre el suelo y este cedió y se hundió un poco, volviendo a su posición en cuanto dejo de hacer fuerza.

Hasta ese momento había estado tranquila, pero ahora empezó a sentir miedo. No se había dado cuenta hasta ese mismo instante, además de una oscuridad absoluta, reinaba un completo silencio. No se escuchaba nada... ni un susurro, ni el aire, ni el murmullo del agua, ni el piar de los pájaros, ningún animal, ninguna persona, absolutamente nada…

Pensó que estaba muerta, esto debía de ser la muerte. Un escalofrió recorrió su cuerpo y empezó a llorar, recordó a sus hijos y a su esposo. ¿Donde estarían ahora? ¿La estaban velando en estos momentos?

Levanto ligeramente la cabeza, y entre la nube de lagrimas que empañaba sus ojos vislumbro un punto de luz. El corazón le salto en el pecho, un pequeño punto de luz... no era capaz de saber a que distancia, pero allí estaba, inmóvil, diminuto... Junto a la oscuridad desapareció también el silencio, generando un miedo atroz en su corazón. Un espantoso ruido, semejante a un latido de un gigante, se escucho en dirección contraria a la luz.

El latido se fue repitiendo, la cadencia se mantenía, pero la palpitación se acercaba lentamente. Rompió a sudar, a pesar del miedo que enfriaba su alma.

Miro al frente, hacía la luz, y entendió lo que tenía que hacer. Se tiro al suelo y comenzó a reptar, iba avanzando con sus manos, asegurándose de esta manera que no caía en una sima o precipicio. Avanzaba lentamente, asegurando cada brazada, revisando cada centímetro delante de ella...Pero tenía que ir más rápido, no podía tomar tantas precauciones, porque el aterrador latido se acercaba cada vez más.

Miro hacía atrás, sólo tinieblas...ninguna pista que le permitiera adivinar que producía el latido, ninguna manera de medir cuanto había avanzado. La luz seguía siendo un único punto, pero algo había cambiando al avanzar...el olor, era el olor... No lo había percibido hasta ahora, no recordaba a que olía antes ¿a nada? ¿a muerte?, pero el olor a vida la inundo.

No tenía tampoco forma de medir el tiempo, parecía llevar una eternidad avanzando, pero seguramente no sería más de una hora. Junto con el olor advirtió otro cambio, ese diminuto punto de luz irradiaba ligeramente el suelo delante de ella. Intento erguirse, pero descubrió que no podía ponerse en pie, estaba entrando en un túnel que se iba estrechando a medida que avanzaba hacia la luz.

El miedo la atenazo, ¿y si se atoraba? ¿y si el túnel terminaba sin salida? Pero no tenía ya posibilidad de retornar. El latido se lo recordó, haciendo palpitar las paredes del túnel.

Siguió avanzando cada vez más rápida, temerosa al ver que se acercaban cada vez más esas paredes carnosas del túnel, hasta que llego a lo que temía, un punto en el que no podía seguir avanzando. Intento girar y descubrió aterrada que era imposible, intento reptar hacia atrás y el túnel la apretó suavemente…

Y volvió el latido...noto como el túnel la abrazo y la hizo avanzar...esa fue la tónica en los siguientes minutos ¿o fueron horas? Con cada bramido del latido ella notaba como era apretada por el túnel y avanzaba un poco más... le costaba cada vez más respirar y descubrió que el túnel era ya un estrecho canal…

Tuvo miedo, miedo a morir, pero si ya estaba muerta pensó... no me puede pasar nada peor ¿o si? Volvió a mirar a la luz, ya deslumbrante y escucho gritos de dolor al otro lado... Otro latido, otro pequeño avance... era imposible que ella estuviera pasando por un canal tan estrecho... ¿es que también su cuerpo se había encogido?

Los alaridos del exterior eran cada vez más audibles y el latido se iba ensordeciendo, pero el canal seguía empujándola con la misma cadencia, hasta que noto entrar aire fresco en sus pulmones y sintió que su cabeza y uno de sus brazos estaba fuera... la luz era intensa y era incapaz de ver nada, sólo unas sombras rápidas moviéndose a su alrededor.

Ahora lo escucho claramente, un grito desgarrador de una mujer ... un nuevo latido que la expulso definitivamente del canal ... rompió a llorar de alegría al notar que había conseguido escapar de esa pesadilla, y la mujer rompió a llorar al escucharla a ella y verla...

Al fin comprendió…, y al mismo tiempo que veía por primera vez a su madre, olvido quien había sido ...

Comentarios

  1. Estupendo relato, José Manuel. Me parece que está muy bien llevado a su desenlace, siendo inesperado hasta casi el final.

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